El Magistrado Fernando Silva García, quien fue invitado a la mañanera judicial de este lunes, intentó concederle un amparo a Grupo Elektra, del deudor fiscal, Ricardo Salinas Pliego, para evitar que pagara los impuestos multimillonarios que adeuda desde 2013.
Durante la Conferencia matutina de los jueces de este lunes, se invitó al Magistrado Fernando Silva García, quien, como se acostumbra en el Poder Judicial, es hijo del expresidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Juan Silva Meza.
En esta conferencia, se criticó lo relacionado a la elección de jueces, donde el magistrado aseguró que lo que se busca es “subordinar” al Poder Judicial.
“De manera que la independencia judicial, que es un elemento esencial de cualquier Poder Judicial, la independencia de los nuevos jueces nace muerta antes de la elección. Del mismo modo, este diseño siniestro de la reforma dará lugar a que el gran elector sea el poder político y no los ciudadanos, y que la elección muy probablemente se defina en una oficina y no en las casillas electorales”, dijo el Magistrado Silva.
Sin embargo, como también se ha vuelto costumbre en las mañaneras judiciales, este invitado tiene sus polémicas, y en este caso, relacionadas al millonario ultraderechista Ricardo Salinas Pliego.
Este juzgador fue el magistrado ponente de un proyecto que buscaba concederle un amparo a Elektra para que el Tribunal Federal de Justicia Administrativa (TFJA) revise nuevamente la demanda presentada contra el SAT, evitando así el pago de impuestos.
No obstante, los magistrados del Vigésimo Tribunal Colegiado en materia Administrativa en la Ciudad de México rechazaron, por mayoría de dos votos contra uno, este crédito fiscal que Salinas Pliego adeuda desde 2013.
Este ya había sido determinado por el TFJA para que el empresario pague el ISR de 2013, generado por la venta de acciones, más actualizaciones, recargos y multas.
Pero no es todo. En 2018, este mismo magistrado enfrentó cargos por la sustracción ilegal de su propia hija. Tras su divorcio en 2014, firmó un convenio que establecía que la custodia de la menor era de la madre, aunque ambos tenían patria potestad.
No obstante, después de llevarse a la menor de vacaciones, el magistrado se negó a entregarla a su expareja después de la fecha pactada. E incluso, argumentó la madre de la menor, ya había sido inscrita en otra escuela.
En este caso, una jueza de distrito desacató una orden del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México (TSJCDMX) y otorgó una suspensión definitiva a favor del magistrado para que conservara la tutela de la menor, pese a que ya se le había ordenado devolverla a su expareja.
“No se puede ignorar que la convivencia paterno-filial es una cuestión de orden público e interés social, puesto que de ello depende el desarrollo armónico e integral de los menores”, consideró la juzgadora.
Por lo anterior, la expareja del magistrado acusó tráfico de influencias e interpuso otra queja ante los tribunales contra la suspensión definitiva y el desacato de la Juez.
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