Juan José Oyarzún
MUJERES EN LA MASONERÍA
Tan reiterada pregunta nos ha movido a desandar los caminos de la Historia en pos
de una explicación aceptable a la luz de la razón.
Creemos haberla encontrado, con un porcentaje apreciable de acierto, y estimamos
se halla, como gran parte del acervo cultural de nuestra civilización judeo-cristiana
occidental, en las riberas del mar Egeo, en esa eclosión de la inteligencia de la humanidad
conocida con el nombre de paideia, esa mutación de lo que el jesuita Teilhard du Chardin
llamaría veintitrés siglos después la gnoosfera del planeta Tierra.
La fuente de nuestra opinión se halla en la Breve Historia del Saber, obra del Doctor
en Matemáticas y Literatura Charles van Doren, vicedirector del Instituto de
Investigaciones Filosóficas de Chicago, editada por Planeta este año de 2006, en las
páginas dedicadas al pensamiento del sabio Aristóteles de Estagira, reflejado en las obras
conocidas de él que han llegado hasta nosotros.
Nacido el año 367 a.n.e., estudió en la Academia de Atenas, siendo el alumno más
brillante de Platón, y también el más conflictivo por discrepar en muchas cosas de su
maestro. Aristóteles tuvo el indiscutible mérito de enseñar al hombre a razonar sobre la
realidad que le envolvía, siendo el inventor de la lógica, que fija las reglas del pensamiento.
También fue el creador de la división de las ciencias en campos diferenciados tanto por sus
materias como por sus métodos de búsqueda del conocimiento.
Además, sentía unaverdadera pasión por la política y la moral, y aquí fue donde discrepó tanto de Platón comode Sócrates. Los tres filósofos coincidían en que los hombres tenían almas racionales, pero
para Aristóteles los esclavos eran inferiores, ya que aceptaban que se les esclavizara.
Lasmujeres también eran inferiores, pues se contentaban con mandar en la casa mientras los
hombres gobernaban la polis, esto es el Estado, y todos los que no fueran griegos eran
inferiores, pues no hablaban griego ni sabían filosofía. Eran bárbaros. Para él, la
inferioridad de las mujeres y los esclavos era innata, no tenía remedio.
Cuando ejerciócomo mentor de Alejandro de Macedonia le recomendó que prohibiera a sus capitanes el
matrimonio con mujeres bárbaras para no contaminar a la raza griega con semejante
inferioridad. Es triste que tan esclarecida inteligencia nos haya legado la falacia del
consecuente, y que consiste en que las decisiones acertadas son las que toma un hombre
virtuoso, y hombre virtuoso es aquel que adopta decisiones correctas.
En el mundo de hoy, cuando alguien opina que las mujeres, o los negros, o las
etnias, o los pobres, son inferiores, sigue esa misma línea de pensamiento, que aduce que lo
que tenemos es lo que merecemos. Los otros no lo tienen porque no lo merecen.
Juan José Oyarzún es Gran Maestro de la Gran Logia de Chile. Este texto, fechado en
noviembre de 2006, está publicado en http://www.granlogia.cl/Mujeres.htm.
Y las instituciones son influidas por la misma falacia, ya que para ingresar solo
pueden ser elegidos los buenos, los que piensan, sienten y hacen las cosas correctas, que
son las que piensan, sienten y hacen los hombres correctos.
(Cualquier semejanza con la Cámara del Medio de una Logia masónica no es simple
coincidencia)
El pensamiento aristotélico imperó durante los siglos de la Antigüedad, se sumergió
durante la Edad Media, y emergió nuevamente cuando advino el Renacimiento. Y le
encontramos en los albores del Siglo de las Luces, cuando la Gran Logia de Londres en
1723 encargó al pastor presbiteriano y doctor en Filosofía James Anderson la compilación
de los usos y costumbres de la masonería operativa para el traspaso fundamental a la
dimensión especulativa que se conoce en nuestras crónicas con el nombre de Constitución
de Anderson, y que expresa en su artículo III – De las Logias: Las Personas admitidas
como Miembros de una Logia deben ser buenos y leales, nacidos libres, y de una Edad
madura y discreta, ni Siervos, ni mujeres, ni Hombres inmorales o escandalosos, sí de
buena Reputación.
No nos asiste duda alguna que tanto Anderson como sus hermanos de Logia eran
fervientes cultores de las ideas de Aristóteles de Estagira.
Y así ha trabajado por casi tres siglos la totalidad de las Logias que tienen relaciones
regulares con la masonería inglesa, Madre Logia de todas las Logias, que tiene el privilegio
de asignar la regularidad a las Potencias Masónicas del mundo.
Y no somos la única institución que ha incurrido en esta falacia. La Iglesia Católica
por muchos siglos sostuvo que la mujer no tenía alma, y vino a corregir tamaño disparate
recién en el año en el siglo IV de nuestra era, en un Concilio en Macon (Francia), en una
estrecha y disputada votación de padres conciliares.
Consideramos que, en el curso de este umbral del tercer milenio, el pensamiento de
la humanidad está evolucionando con una velocidad que aumenta en progresión
exponencial, y nuestra personal convicción es que la Francmasonería que no es universal,
no es francmasonería.
La actitud del pueblo masónico ante la mitad más importante de la humanidad está
cambiando, y debe cambiar más aún.
Mis Venerables Hermanos tienen la palabra.
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