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CLOSE UP ¬ Cortés, líder del PAN que abrazó al PRI, vive su annus horribilis
Por Dulce Olvera
21/01/2024 - 12:05 am
Ciudad de México, 21 enero (SinEmbargo).– Su liderazgo en Acción Nacional (PAN) ya había sido cuestionado desde años atrás por miembros del partido. Pero ahora, a meses de las elecciones presidenciales, él mismo se evidenció como un “cínico”, como lo han tildado, al publicar un acto de corrupción pactado con su “amigo”, el priista Alejandro Moreno. Incluso algunos panistas han vuelto a exigir su renuncia por su incapacidad de dirigir las riendas de esta fuerza opositora.
En ese marco, la encuesta de Demotecnia publicada esta quincena de enero muestra cómo ahora el PAN –y ya no el PRI– es el partido más rechazado. El 29 por ciento de los encuestados dijo que el PAN es el que menos les conviene frente al 28 por ciento del PRI.
Hace más de una década, el michoacano Marko Cortés Mendoza contendió por la Presidencia Municipal de Morelia. Era la época del Gobierno de su paisano, Felipe Calderón. Su hermana Cocoa Calderón, candidata a la gubernatura de Michoacán, apoyó su aspiración al igual que el entonces dirigente del PAN, el Senador Gustavo Madero.
Y él les pagó con traición al pactar un voto cruzado con el candidato priista acusado de vínculos con el narco, Fausto Vallejo, según la versión del expresidente Felipe Calderón expuesta en su libro Decisiones difíciles (Debate, 2020).
Distanciado de los Calderón, de Madero y de otros panistas, se convirtió en dirigente del PAN arropado por el excandidato presidencial Ricardo Anaya, señalado de recibir sobornos para aprobar la Reforma Energética peñista y también arropado por el Diputado Jorge Romero, el cacique del panismo capitalino indagado por el cártel inmobiliario en la Alcaldía Benito Juárez. Esos son sus padrinos.
Desde la dirigencia, traicionó a los principios del partido fundado por Gómez Morín contra la hegemonía priista.
Con el único argumento de ir contra Morena, Cortés se alió con el PRI. Pero recientemente se registró una fisura en la alianza que golpeó a su precandidata panista Xóchitl Gálvez, quien, a su vez, se dijo “encabronada” por lo que pasó.
“Son tan rateros que hasta entre ellos se roban y eso le calentó a ‘Marquito'”, comentó el dirigente de Morena, Mario Delgado, sobre la repartición de cargos públicos en Coahuila que ‘Alito’ no le cumplió.
Pese a su tendencia a la traición, Marko Cortés se aseguró su curul en el Senado: encabeza la lista de 19 candidatos plurinominales a la Cámara Alta para integrar la 66 Legislatura, que iniciará el 1 de septiembre de 2024.
“EL CONSORCIO”
Panista desde 1996, Marko Cortés se registró como precandidato a Gobernador de Michoacán en 2011, en la época de apogeo de “La Tuta” y Los Templarios. La candidata del blanquiazul resultó ser Cocoa Calderón –hermana del entonces Presidente Felipe Calderón–, quien contendió frente al priista Fausto Vallejo, señalado de nexos con el narco.
Como premio de consolación, Cortés hizo campaña para ser el Alcalde de Morelia, capital michoacana. Sin embargo, y aunque contó con el arropo del dirigente panista Gustavo Madero y de la misma Cocoa Calderón, tampoco pudo. De hecho, perdió dos veces.
Primero, el Tribunal Electoral anuló la elección en que ganó Wilfrido Lázaro por violaciones a la ley electoral por parte de ese candidato priista y, segundo, perdió en la reposición de la elección frente a ese mismo contendiente.
El expresidente Felipe Calderón, en su libro Decisiones difíciles, planteó a Marko Cortés como un ambicioso corrupto al pactar un voto cruzado a favor del priista Fausto Vallejo y con ello, traicionar a su hermana.
“Marco Cortés, impuesto como candidato del PAN a la Alcaldía de Morelia, fiel representante de la ambición, corrupción y mediocridad que puebla lo que queda de los partidos tradicionales, pactaba con Fausto Vallejo el voto cruzado en la capital del estado: el aparato de Cortés promovería el voto a favor de Vallejo y viceversa”, escribió.
Y, después de enfatizar que aún así perdió Cortés esa contienda, el exmandatario agregó: “Años después, ese mismo personaje que pactaba con quienes de la mano de la mafia arrebatan a nuestro partido el triunfo, amenazando, secuestrando e incluso asesinando a nuestros propios militantes, llegó a dirigir el PAN, protegido por Ricardo Anaya”.
Otro de sus protectores (antes de la ruptura en 2021) fue el Senador Gustavo Madero. Marko coordinó su campaña a la dirigencia nacional del PAN y desde ahí , entre 2010 y 2015, el político chihuahuense pactó con diversos liderazgos del partido para conformar el grupo “El Consorcio”. Se reunían en el club de Industriales y solo ellos decidían quién entraba al PAN; comúnmente sus amigos y conocidos.
“(Madero) pactó casi con todos los que controlaban el padrón interno (‘los cadeneros’), entre ellos, Rafael Moreno Valle de Puebla, Miguel Ángel Yunes de Veracruz, Ricardo Anaya de Querétaro, Marco Cortés de Michoacán, Luis Alberto Villarreal de Guanajuato, Jorge Romero de la Ciudad de México (exdelegado en Benito Juárez, famoso por los casos de corrupción que constantemente empresas extorsionadas revelaban)”, relató Calderón en sus memorias.
Como parte de ese club, Cortés después se convirtió en el coordinador político de la campaña de Ricardo Anaya para presidente del PAN en 2015. Casi de manera natural, fue elegido Diputado plurinominal (es decir, nadie lo votó) y nombrado coordinador del grupo parlamentario del PAN en la Legislatura 2015-2018.
En ese periodo, el exdiputado morenista Vidal Llerenas compartió el pleno con Cortés. Lo recuerda como un operador político de la facción más que un orador en Tribuna y parte del grupo de Madero, y luego Anaya, que se fue apoderando poco a poco del PAN.
“(En ese entonces traía) un perfil muy operativo, un operador en términos partidistas. Venía de regiones de Michoacán donde el PAN tiene peso, muy formado en el partido y muy de ese grupo de Anaya que toma el control del PAN en esos momentos”, evocó.
En efecto, el 12 de noviembre de 2018 Cortés fue designado dirigente nacional del PAN para suceder a su líder Anaya, tras una fugaz dirigencia del Senador Damián Zepeda, quien ha sido muy crítico con la dirigencia del michoacano. Desde el inicio ha rechazado la alianza PAN y PRI.
Para prueba, esto dijo a Los Periodistas hace un par de semanas cuando la dirigencia panista cedió lugares en el Congreso al tricolor para “compensar” que la precandidata presidencial resultó del PAN:
“Mi preocupación principal es en lo que se va a convertir: le ayudas a crecer a un partido (PRI) que sus bancadas en el Congreso votan a favor de lo que nosotros consideramos dañino para el país (militarización, prisión preventiva, nombramiento de ministros)”.
–¿Es más inteligente Alejandro Moreno que Marko Cortés?– le cuestionó el periodista Alejandro Páez.
–No, no lo conozco, ni tengo por qué opinar de él, es de otro partido, no me interesa– respondió. Lo que sí sé es que esta negociación, no por poquito, sino de calle, se la ganaron al PAN y es una tristeza por lo que implica para el país.
REBELIÓN DE PANISTAS
La dirigencia de Marko Cortés en el PAN, de 2018 a 2024, puede resumirse con una palabra: mediocre. Así la calificó el exgobernador de Chihuahua, Javier Corral. Así la calificó el exgobernador de Querétaro, Pancho Domínguez.
Y así lo muestran las cifras: el PAN gobernaba en 12 entidades del país cuando comenzó la dirigencia de Cortés a finales de 2018. Tras la alianza con el PRI y PRD para ser contrapeso de Morena, ahora gestiona sólo cinco estados: Chihuahua, Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro y, en alianza con Movimiento Ciudadano, en Yucatán.
Su aspiración a la dirigencia nacional del partido recibió rechazo del propio expresidente Felipe Calderón. Aún así, le ganó a Manuel Gómez Morín –familiar del fundador del partido– apoyado por miembros de “El Consorcio” como el exgobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle (finado), y por el ahora coordinador de diputados panistas, Jorge Romero, quien se muestra interesado para ser el sucesor de Marko a finales de 2024.
“El rescate del PAN va a ser muy difícil no solo por el nivel mediocre de la actual dirigencia, sino con este nivel en que han perdido todo ideal, toda causa, y están colocados puros intereses, el negocio de posiciones, de migajas”, recriminó el exgobernador panista Javier Corral, ahora en el equipo de la precandidata morenista Claudia Sheinbaum.
En un programa de la vocera de Sheinbaum, Tatiana Clouthier, el chihuahuense que evidenció la red de corrupción del priista César Duarte comentó sobre el reparto de cargos públicos tuiteado por Marko:
“Es un acto de cinismo. Dice que lo hace en un acto de transparencia (…) Es un tuit muy vergonzoso, es una manifestación sí muy transparente, pero de un cinismo transparente que pinta de cuerpo entero lo que está sucediendo en el PAN con la dirigencia de Marko Cortés. Ha perdido cualquier escrúpulo”.
El escrúpulo se había perdido desde 2021. Para las elecciones intermedias de ese año, Cortés se alió electoralmente con el PRI y nació formalmente el híbrido ideológico Va por México. A la par, a días de su reelección en la dirigencia del partido, brotó un grupo disidente de panistas, entre ellos Damián Zepeda y Gustavo Madero, que criticó su dirigencia por pisotear la ideología de Acción Nacional.
En noviembre de 2021, las críticas subieron de nivel después de que se reveló un audio en el que Marko supuestamente dijo que el blanquiazul sólo tenía oportunidad de ganar solo una de las seis gubernaturas en las elecciones estatales de 2022, la de Aguascalientes.
“No hay más, está muy complicado Durango, Tamaulipas, Quintana Roo, Hidalgo y Oaxaca (…) la única que tenemos realmente posibilidades, y muy buenas, y contundentes de ganar, es Aguascalientes. Y ahí tenemos la responsabilidad de hacerlo bien”, dijo según el audio presuntamente filtrado por el equipo de la ahora Gobernadora panista Teresa Jiménez.
“AMIGO” DE ALITO
Fiel a su historial de falta de escrúpulos, Marko Cortés ha sido parte de la alianza PRI-PAN-PRD a lo largo del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Coalición que ha ido de la mano, entre pactos y reuniones, del magnate Claudio X. González y el exconsejero presidente del INE, Lorenzo Córdova.
–Jesús Zambrano, ¿cuándo quedó la reunión con Lorenzo Córdova? ¿El lunes o miércoles? (1 o 3 de marzo)– cuestionó Marko el 23 de febrero 2021, de acuerdo con una conversación filtrada por la Gobernadora de Campeche Layda Sansores en su programa Martes del Jaguar.
–Oigan, yo no tengo registrada esa reunión, a ver si me pueden dar la fecha y todo para ver–respondió el dirigente del PRI, Alejandro Moreno.
–Las fechas que nos propuso fue el lunes 1 o el miércoles 3 de marzo, 5pm. Estamos sugiriendo sea el miércoles 3 de marzo. ¿Tú puedes?– le cuestionó.
–Como el lunes 1 de marzo habrá continuación de la reunión de hoy con los amigos de Sí por México, entonces quedemos con Lorenzo que sea el 3. Él sugiere a las 6pm–determinó el perredista Jesús Zambrano.
Entonces era febrero de 2021. Córdova justificó que como consejero presidente del INE solía reunirse con miembros de partidos políticos. Hoy, enero de 2024, se sabe que en febrero será el vocero único de la tercera manifestación de la Marea Rosa contra el Gobierno federal.
A la par de que el PAN de Cortés seguía perdiendo militantes y gubernaturas, las grandes elecciones de 2024 se acercaron. Va por México diseñó una especie de elecciones primarias donde aparentaron participación ciudadana, pero pactaron que la Senadora panista Xóchitl Gálvez fuera la precandidata presidencial luego de cepillar a la Senadora priista Beatriz Paredes. La decisión ya estaba tomada. O eso dijo el exlegislador Jorge Luis Preciado, otro expanista desilusionado:
“La actual dirigencia del PAN no trae absolutamente ningún interés por ganar una elección. Han perdido 23 elecciones de gobernador al filo, pierde la elección presidencial en 2018, pierde la Cámara de Diputados entre 2018 y 2021, y siguen (Alito y Marko) al frente de las dirigencias”, aseveró en entrevista con Los Periodistas en agosto pasado tras renunciar al PAN luego de dos décadas de militancia.
El también empresario Preciado dijo que los dirigentes no tienen ningún interés en que gane Gálvez, pero buscan obtener el mayor número de votos para repartirse cargos locales y en el Congreso.
Y el corolario de quién es Marko Cortés, él mismo lo publicó en su cuenta de Twitter: un acuerdo con el PRI para repartirse cargos públicos que, a su vez, les permitirían tejer redes de corrupción. Tras ser evidenciado desde Palacio Nacional por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, el panista se limitó a contestar:
“La política debe ser transparente a la luz del día y a la vista de todos, en toda democracia en el mundo lo más normal es que se realicen acuerdos políticos y lo deseable es que se cumplan, dando viabilidad a la pluralidad y buenos gobiernos de coalición”.
Al respecto, el Diputado del PT e integrante de la campaña presidencial de Claudia Sheinbaum, Gerardo Fernández Noroña, le dijo bruto y cínico. Además, lo retó a hacer públicos todos los acuerdos si tan orgulloso está de eso:
“Es un… pedazo de político. Qué bruto, persiste en su necedad, continúa en su arrogancia y su enorme estulticia. Dice: ‘sí lo robamos, lo decimos a los cuatro vientos. Sí, sí pensamos que los cargos públicos son un botín. Sí, sí pensamos que debemos sacar beneficio de él. Sí, sí pensamos que nuestra alianza es para lucrar’. Es cínico”.
Pero las descalificaciones han venido desde el propio partido que dirige por imposición del grupo de Anaya. El exgobernador de un bastión panista, el queretano Pancho Domínguez, declaró hace un par de días:
“Qué bueno que no nos cruzamos porque sí le hubiera dicho, al estilo Xóchitl, que es un pendejo. Lo mejor del 24 es el triunfo de Xóchitl, pero también la salida del PAN, ya definitiva, de Marko Cortés”.
Dulce Olvera
https://www.sinembargo.mx/author/dulceolvera
Reportera de temas de crisis climática, derechos humanos y economía. Egresada de la FCPyS de la UNAM
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