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Por William Van Wagenen | 24/01/2024 | Palestina y Oriente Próximo
Fuentes: Rebelión [Foto: The Cradle]
Traducido del inglés por Marwan Perez para Rebelión
Nuevas pruebas apuntan que fueron las fuerzas de seguridad israelíes, y no Hamás, quienes causaron la mayor cantidad de víctimas mortales civiles en el festival de música, muertes que luego se utilizaron para justificar el genocidio de Tel Aviv
Funcionarios israelíes alegan que Hamás llevó a cabo una masacre de 364 civiles israelíes en el festival de música Nova, cerca de Gaza, el 7 de octubre, como parte de la Operación Inundación de Al-Aqsa de la resistencia palestina. Afirman que Hamás y otros palestinos tuvieron horas para asesinar a los asistentes a la fiesta israelí antes de que el ejército llegara al lugar.
Sin embargo han surgido nuevos detalles que muestran que la Policía fronteriza de Israel fue desplegada en el sitio de Nova antes de que Hamás se encontrara con el festival, lo que provocó el estallido de una gran batalla.
Si bien es cierto que algunos ravers fueron asesinados por la resistencia palestina —ya sea intencionalmente o en el caos de la batalla— la evidencia ahora sugiere que la mayoría de las muertes de civiles probablemente fueron infligidas por las propias fuerzas israelíes.
La causa fue la abrumadora potencia de fuego empleada por las fuerzas de ocupación, incluidos los helicópteros de ataque Apache, y por la controvertida Directiva Aníbal emitida por Tel Aviv para evitar que Hamás tomara cautivos a los asistentes a la fiesta israelíes.
Operación Jinete Filisteo
A las 6:30 de la mañana, justo después del amanecer del 7 de octubre, combatientes del ala militar de Hamás, las Brigadas Qassam, lanzaron su operación militar, disparando una tanda de misiles hacia Israel. Miles de sus combatientes y de otras facciones rompieron la valla fronteriza de Gaza por múltiples lugares, para atacar las bases militares israelíes circundantes y tomar rehenes de los asentamientos, para llegar a un acuerdo de intercambio masivo de prisioneros palestinos e israelíes.
Si bien el ejército tardaría horas en responder, las unidades de la Policía Fronteriza se desplegaron rápidamente. A las 6:42 de la mañana, apenas 12 minutos después de que se iniciara la Operación Inundación de Al-Aqsa, el comandante del Distrito Sur de la Policía de Israel, Amir Cohen, dio una orden con el nombre en clave de “Jinete Filisteo”, enviando más agentes y Policía Fronteriza a los lugares de las batallas.
Esta orden incluyó la movilización de miembros de las unidades de comando Yamam y Tequila, que no tienen funciones policiales, pero llevan a cabo operaciones militares y antiterroristas, incluidos asesinatos encubiertos en la Franja de Gaza y la Cisjordania ocupada.
Según un alto oficial israelí con el que habló el New York Times, los primeros refuerzos formales que llegaron al sur de Israel provinieron de comandos que llegaron en helicóptero.
Sagi Abitbol, un policía que trabajaba como guardia de seguridad en el festival, fue uno de los primeros en enfrentarse a los combatientes de Hamás cerca de Nova, y fue testigo de la llegada temprana de estos helicópteros.
Durante los combates, 59 policías israelíes murieron, incluidos al menos 17 en el festival Nova.
Atrapar a civiles: la policía israelí bloqueó la vital salida de la carretera 232
Sin embargo, cuando la gente salió del festival en coche hacia la Ruta 232, la policía israelí había bloqueado ambos sentidos de la carretera, lo que provocó que muchos asistentes a la fiesta quedaran atrapados en la zona, en la cual acabarían ocurriendo los enfrentamientos entre Hamás y la Policía Fronteriza.
«Hubo mucha confusión. La policía nos bloqueó la carretera, por lo que no pudimos acercarnos a Be’eri. No podíamos acercarnos a Reim,», dice un testigo, Yarin Levin, que intentaba evacuar la zona con sus amigos.
Levin, un exsoldado israelí, dijo que en ese bloque fue cuando tuvieron su «primer encuentro con los terroristas… luchando contra los policías que están allí… Dos terroristas se perdieron en una especie de tiroteo, y nos encontraron».
Otro testigo, Shye Weinstein, también confirma que los controles de carretera de la policía israelí bloquearon la salida principal del festival. Tomó fotos de un vehículo de la Policía Fronteriza y de un policía fuertemente armado con equipo de combate que obstaculizaba la carretera frente a su automóvil.
Un video grabado con un teléfono celular de un asistente al concierto muestra a la policía y las fuerzas de seguridad israelíes usando sus vehículos para bloquear la carretera cerca del sitio del festival e intercambiando disparos con combatientes de Hamás.
Ante la lluvia de disparos, los atrapados en la carretera huyeron hacia el este – hacia campos abiertos- bien en automóviles o a pie. Muchos lograron pasar y se escondieron entre los árboles, debajo de los arbustos y en los barrancos.
Pero las imágenes de las cámaras corporales muestran a unidades de la policía israelí fuertemente armadas tomando posiciones en la carretera y disparando a través del campo abierto hacia los árboles donde los civiles se habían refugiado.
Como dijo Gilad Karplus -uno de los asistentes a Nova y también exsoldado israelí- a la BBC:
«Sabíamos que probablemente bloquearían la carretera. Estoy bastante seguro de que mucha gente murió en esas carreteras… Nos dirigimos al campo y tratamos de escondernos de ellos… Después nos adentramos un poco más en los campos y luego empezaron a dispararnos con rifles de francotirador desde distintos lugares y también con artillería pesada».
Aunque la Policía Fronteriza disparaba contra Karplus y otros asistentes a la fiesta, estos no pudieron encontrarle sentido a lo que estaba pasando, e inicialmente creyeron que el tiroteo era de combatientes de Hamas disfrazados de policías o soldados. En otras palabras, estos testigos vieron a las fuerzas israelíes dispararles.
Para que Hamás haya ejecutado un plan que implique disfraces de militares muy elaborados, la operación Nova tendría que haber sido planificada de antemano, y la investigación de la policía israelí ya ha dictaminado que Hamás no estaba al tanto del festival. Además, en ningún otro lugar de los enfrentamientos del 7 de octubre los combatientes palestinos iban vestidos con uniformes israelíes, ni en los diversos asentamientos ni en las bases militares israelíes en las que entraron.
Fuego amigo
En resumen, tanto la Policía Fronteriza como los helicópteros de ataque Apache se desplegaron en el recinto del festival de inmediato. Según el coronel de la Fuerza Aérea israelí (en reserva) Nof Erez, los helicópteros estaban en el aire a las 7:15 a.m., 45 minutos después del lanzamiento de la operación inundación de Al-Aqsa, y en unas pocas horas, un número significativamente mayor ya estaba desplegado en todo el sur de Israel.
Noa Kalash, una sobreviviente del festival, describió haber escuchados disparos de las fuerzas israelíes y de Hamas, así como ataques aéreos de helicópteros de ataque y aviones de combate, mientras se escondía en los arbustos durante horas para mantenerse con vida.
«Escuchamos armas por todas partes y gente disparando y ya no podemos reconocer si son terroristas disparando o si es el ejército. o es un avión, o un helicóptero o cohetes», recordó Kalash.
Está muy claro que el fuego de un helicóptero mató a algunos de los aterrorizados asistentes al concierto. Haaretz cita a una fuente policial que dice que los helicópteros Apache «dispararon contra los terroristas y aparentemente también alcanzaron a algunos de los ravers que estaban allí».
Varios testigos oculares que visitaron el sitio de Nova después de que terminó la batalla describieron la horrible destrucción. Como dice otro informe de noticias :
«Es imposible describir las escenas con palabras. Solo se pueden enumerar los lugares de interés que se extienden por un kilómetro. Hay cientos de coches quemados y acribillados a balazos, enormes manchas de sangre húmeda que zumban con moscas y emiten un olor nauseabundo, bolsas con partes de cuerpos recogidas por la organización ZAKA [rescate], miles de balas y casquillos y metralla de todo tipo».
Un periodista del Times of Israel que visitó el lugar días después relató que «docenas de coches estaban aparcados en filas, algunos de ellos cáscaras quemadas que contenían cuerpos carbonizados de jóvenes asistentes al festival que fueron baleados y quemados vivos».
Ahorrar balas para los soldados
Increíblemente, los funcionarios israelíes afirman que fueron los combatientes de Hamas quienes destruyeron cientos de automóviles en Nova, quemando vivos a sus pasajeros. Pero Hamás no tenía este tipo armas de fuego tan poderosas.
Los combatientes del grupo estaban armados únicamente con ametralladoras ligeras y RPG, y su munición se limitaba a lo que podían llevar consigo en camionetas desde Gaza.
El periodista de The Guardian Owen Jones señaló – mientras discutía una recopilación de 43 minutos de imágenes de video del 7 de octubre mostradas a periodistas seleccionados por el ejército israelí-, que los combatientes de Hamas «instan a que se guarden balas para matar soldados. Incluso a un ravers aterrorizado en un coche le preguntan: ‘¿Eres un soldado?'».
Como señala Jones: » la resistencia claramente hace una distinción entre civiles y soldados en las imágenes seleccionadas por Israel de las miles de horas de imágenes que no vemos».
Si bien las municiones de Hamas eran limitadas, la Policía Fronteriza estaba fuertemente armada y los helicópteros Apache tienen misiles Hellfire y cañones automáticos de 30 mm, que pueden contener hasta 1.200 rondas de municiones y disparar 625 balas por minuto.
Esto sugiere que las fuerzas israelíes causaron la mayor parte de la muerte y destrucción en Nova, lo que podría confirmarse si Israel publicara todas sus imágenes de video del 7 de octubre.
La Directiva Aníbal
Las fuerzas israelíes no sólo tenían el poder del fuego, sino también una orden oficial de matar israelíes en Nova.
Una de las principales razones por las que Hamás lanzó la operación inundación de Al-Aqsa fue para tomar cautivos israelíes que pudieran ser intercambiados por los miles de palestinos secuestrados en las prisiones israelíes. Pero las fuerzas israelíes harían todo lo posible para impedir que Hamás tomara cautivos de vuelta a Gaza, incluso si eso implicaba matar a los civiles capturados.
Una investigación de la polémica Directiva Aníbal de Israel concluye que «desde el punto de vista del ejército, un soldado muerto es mejor que un soldado cautivo que sufre y obliga al Estado a liberar a miles de cautivos para obtener su liberación».
Sin embargo, el 7 de octubre, según una investigación del Yedioth Ahronoth, la Directiva Aníbal -que anteriormente sólo se aplicaba a los soldados cautivos- también se emitió contra civiles israelíes. El diario en hebreo escribe que «al mediodía del 7 de octubre, las Fuerzas del ejército israelí ordenaron a todas sus unidades de combate que usaran el ‘Procedimiento Aníbal’, aunque sin mencionarlo explícitamente por su nombre».
La orden era detener «a toda costa cualquier intento de los terroristas de Hamas de regresar a Gaza, es decir, a pesar del temor de que podrían tener prisioneros”, concluye la investigación.
En los días y semanas posteriores al incidente, las autoridades israelíes crearon un gran espectáculo distribuyendo imágenes de vehículos destruidos en el lugar del festival, lo que implicaba los combatientes palestinos habían quemado los coches -y las víctimas muertas que había en su interior-. El informe de Yediot echa por tierra por completo esa afirmación:
«En la semana posterior al ataque, soldados de unidades de élite revisaron unos 70 vehículos que quedaron en el área entre los asentamientos y la Franja de Gaza. Se trata de vehículos que no llegaron a Gaza, porque en el camino un helicóptero de combate, un misil antitanque o un tanque les disparó, y al menos en algunos casos murieron todos los que iban en el vehículo», incluidos los cautivos israelíes.
Nof Erez, el coronel de la Fuerza Aérea israelí mencionado anteriormente concluyó similaremente respecto al uso indiscriminado de la potencia de fuego de los helicópteros por parte de Israel ese día, que probablemente desplegaron «la directiva de Aníbal” porque una vez que se detecta una situación de rehenes, se activa».
la BBC documentó inadvertidamente un ejemplo en el festival Nova. La cadena Informó un video que mostraba a una mujer tomada como rehén, pero que:
«De repente reaparece dos minutos, salta y agita los brazos en el aire. Debe pensar que la ayuda está al alcance de la mano: en ese momento, las Fuerzas de Defensa de Israel habían comenzado sus esfuerzos para repeler la incursión. Pero segundos después la mujer se desploma en el suelo mientras las balas rebotan a su alrededor. No sabemos si sobrevivió».
La justificación de la Directiva de Aníbal fue explicada con más detalle por el general de brigada Barak Hiram, quien ordenó a un tanque que abriera fuego contra una casa en el kibutz Be’eri, que tenía rehenes, «incluso a costa de víctimas civiles». El ataque mató a 12 israelíes, entre ellos Liel Hetzroni, de 12 años, y a decenas de combatientes de Hamas.
«Tengo mucho miedo de que si regresamos a Sarona (cuartel general militar israelí en Tel Aviv) y tratamos de entrar en negociaciones (para liberar a los rehenes), podemos caer en una trampa que nos dejará maniatados, y no nos permitirá hacer lo que se requiere, que es entrar, manipular y matarlos (a Hamas)…»
Fuentes: https://new.thecradle.co/articles/how-israeli-forces-trapped-and-killed-ravers-at-the-nova-festival
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