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¿Qué es el bombardeo o siembra de nubes?


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Aeronaves equipadas con bengalas especiales que disparan partículas de yoduro de plata, en ocasiones junto con acetona, directamente a las nubes, lo que genera gotas pequeñas de agua, que crecen y se fusionan entre sí, para finalmente caer como precipitación

marzo 26, 2023

12:35 pm

El método consiste en el uso de aeronaves equipadas con bengalas especiales que disparan partículas de yoduro de plata, en ocasiones junto con acetona, directamente a las nubes, lo que genera gotas pequeñas de agua, que crecen y se fusionan entre sí, para finalmente caer como precipitación.

El yoduro de plata es una sal de estructura cristalina muy parecida a la del hielo común y la acetona es una sustancia química que se puede encontrar naturalmente en el medio ambiente y también se puede producir artificialmente.

De acuerdo con un artículo publicado en la Revista Mexicana de Ciencias Agrícolas, la siembra de nubes pretende potenciar un proceso natural que ya existe en la atmósfera, el cual puede aumentar la formación de precipitación en nubes que se precipitan ya o están a punto de hacerlo.

Sin embargo, explica, no puede ser utilizado para formar nuevas nubes o convertir pequeñas nubes no precipitantes en nubes de lluvia. Además, colocar los químicos sin las condiciones de humedad, de presencia de gotas de nube o de corrientes ascendentes, no produce ningún efecto.

“No todas las nubes pueden ser susceptibles de siembra, esta oportunidad parece estar limitada a nubes superfrías continentales con temperaturas entre -10° y -20 °C, y con cantidades significativas de agua superfría”.

Es buena y eficaz la siembra de nubes

Desde su descubrimiento en la década de 1940 en los Estados Unidos, existen dudas sobre la eficacia y bondades de este método de provocación de precipitaciones.

Además, expertos sugieren que este método tiene poco impacto a nivel de generar más agua en el cielo, mientras que otros apuntan justamente lo contrario.

Origen del bombardeo de nubes

Esta práctica tuvo sus inicios en la década de 1940, cuando los científicos Vicent Joseph Schaefer y Bernard Volnnegut concibieron este método tras una persistente sequía que tuvo lugar en Estados Unidos en los años de 1930, la cual provocó grandes daños a la agricultura, un éxodo masivo de granjeros y una hambruna que causó una gran mortandad, asegura el sitio especializado en meteorología Meteored.

Schaefer y Volnnegut encontraron que las nubes súper frías de agua líquida, se podrían convertir a cristales de hielo usando yoduro de plata o hielo seco, después de retomar las investigaciones realizadas previamente por los investigadores nórdicos Vilhem Bjerknes y Tor Bergeron, quienes describieron, por primera vez, el proceso de formación de la precipitación en las nubes mixtas y frías.

Así como las teorías del meteorólogo alemán Walter Findeisen que expuso una teoría, cuya principal premisa es que la coexistencia de gotitas de agua superenfriada, es decir, en estado de subfusión, y cristales de hielo en las nubes, en determinados rangos de temperatura, favorece el crecimiento de los cristales y hielo en las nubes gracias a la mayor evaporación de las primeras, y cuyo resultado es la generación de copos de nieve o gotas de lluvia.

Antes de llevar a cabo experiencias en el laboratorio, los descubridores comenzaron a hacer pruebas caseras sin demasiado éxito, explica el sitio. Pero, tras una serie de experimentos en los que utilizaron hielo seco o nieve carbónica, que es dióxido de carbono a menos 78.5 °C en estado sólido, los científicos observaron la formación de cristales de hielo.

Posteriormente mediante el uso de yoduro de plata se comprobó que se producía el mismo efecto, logrando así, la siembra de nubes.

Al poner a prueba el experimento en la atmósfera, fue posible comprobar que era posible “producir” lluvia o nieve, lo que dio origen al Proyecto Cirrus en Estados Unidos, cuyo objetivo explícito era “modificar artificialmente el tiempo climático”.

Bombardeo de nubes en México

En octubre de 2010 en México se presentó una temporada de sequía, acentuándose en el verano de 2011. Por ello, en la temporada de lluvia 2012 se implementó un programa de inducción de lluvia para mitigar los efectos de la sequía, el cual duró de junio a septiembre, indica el artículo de la Revista Mexicana de Ciencias Agrícolas.

El trabajo se desarrolló en los estados de Zacatecas y Aguascalientes, para lo cual se realizaron 46 vuelos, y como medio de verificación de la precipitación se utilizaron estaciones climáticas automáticas.

Sin embargo, pese al programa de inducción de lluvia, la precipitación registrada durante la temporada no fue generalizada y resultó inferior a lo normal, lo cual indica que esta inducción artificial de lluvia, al menos para su uso en la agricultura, no tiene un impacto significativo en el aumento de la cantidad de precipitación.

POR STAFF


 

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